Hoy compartiré con ustedes una receta súper fácil para la lonchera de nuestros hijos, o como una alternativa práctica para la hora del almuerzo o cena. Son pequeños trozos de pollo frito, pero arrebozados con harina, huevo y un poquito de leche, que hacen de este platillo algo delicioso pero a la vez nutritivo.
Lo bueno, es que estos ingredientes casi siempre los tenemos en casa, así que esta receta nos puede salvar en un fin de semana, cuando no queremos complicarnos mucho en la cocina. Sino tenemos leche, no hay problema, podemos obviar este ingrediente.
¿Qué necesitamos?
- Pechuga de pollo
- Una cuchara de harina
- Un huevo
- Sal, aceite
Ahora, la preparación paso a paso
No se preocupen, que esta receta no les tomará mucho tiempo y pueden acompañarla con algún tipo de ensalada, papas doradas en mantequilla o un poco de arroz.
Corten la pechuga de pollo en tiras o trozos pequeños.
En un tazón, coloquen la harina, el huevo, un poquito sal, un chorrito de leche y mezclen todo con un tenedor, hasta que la harina esté totalmente disuelta.
Viertan en la mezcla, el pollo cortado en trozos y empiecen a revolverlo.
Frían el pollo en aceite caliente, pero deben colocarlo de uno en uno para que no se pegue, y cuando retiren esta fritura traten de colocarla en un papel toalla para que absorba el exceso de aceite.
Ahora que tu pollito arrebozado está listo, puedes acompañarlo con lo que más les gusta a tus hijos y simplemente te queda disfrutarlo!!!
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